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jueves, 4 de febrero de 2010

(4/2/10) – Tormenta en Salto y Paysandú.

Tras un miércoles 3 agobiante con temperatura que llego a los 35,9ºC con una sensación térmica de 42ºC el cielo se fue cubriendo alrededor de las 16hs. Vientos fuertes norte.

Ya a las 19:30 horas compensaron los chaparones de forma aislada y a la noche estuvo cubierto con relámpagos.

A las 23:00 la temperatura rondaba los 31,4ºC

Y a la madrugada alrededor de la 1:45 Am y sin previo aviso los vientos rotaron al S-SE muy fuertes y llego la tormenta con poca actividad eléctrica.

En el momento de esta nota ya calmo el fuerte viento pero llueve torrencial.


En un pequeño recorrido por la ciudad Estación bcp Salto contacto ramas caídas y varias zonas sin energía eléctrica. La temperatura 24,8 en descenso. Información en vivo Exclusivo 3:55 AM
Seguidamente Información de El  telégrafo Sobre el temporal...
Una bebé fallecida e innumerables daños causó turbonada en Paysandú

Tras un miércoles sofocante y luego de haberse registrado infinidad de inconvenientes en todo el departamento por la fuerte tormenta registrada el martes, el mal tiempo volvió a atacar, pero esta vez con mayor fuerza y arrastró, entre sus consecuencias, una pequeña vida. La bebé descansaba en la cama de sus padres y su deceso sobrevino por asfixia, pues cayeron sobre ella infinidad de objetos al desmoronarse la vivienda, construida en ladrillos pero en forma precaria, en la zona de Dr. Felippone y Park Way. Al menos dos viviendas más fueron aplastadas por eucaliptus en esa zona, pero afortunadamente en ese momento estaban deshabitadas.

La turbonada cobró fuerza cerca de la pasada medianoche, dejando en estado de alerta a muchos residentes de la zonas periféricas, ya castigados por el fenómeno del martes. Y el poder del viento comenzó a actuar, derribando robustos árboles y desprendiendo techados, sin dar mucho tiempo para reaccionar a aquellos cuyas casas no son suficientemente seguras.

Las consecuencias del vendaval fueron más graves esta vez, pues una familia de seis integrantes perdió a uno de ellos, cuando uno de los inmensos eucaliptos ubicados en dicha zona cedió al embate del viento y cayó sobre la finca. La pequeña fue trasladada al Hospital, pero no sobrevivió. Paralelamente, el personal de bomberos solicitó a UTE que cortara la energía eléctrica en la zona, pues tras la caída de tantos árboles, muchos cables de energía eléctrica resultaron cortados, con el consiguiente peligro para los moradores y el necesario trabajo de auxilio. Al mismo tiempo, el arroyo Sacra se mostraba amenazante y ya muchos especulaban a qué altura llegaría tras estas lluvias.

En tanto, en otros lugares de la ciudad, Policía y Bomberos trabajaban en la medida de sus posibilidades, intentando colaborar con los más afectados, mientras ya vastas zonas de la planta urbana sanducera estaban sin suministro de energía eléctrica, así como carecía de energía eléctrica el paso de frontera del puente internacional “General Artigas”, que casi a las 4 de esta madrugada trabajaban con apoyo de generadores. Asimismo, las plazas sanduceras presentaban un panorama desolador, con numerosos árboles prácticamente destruidos por el vendaval. En el barrio Jardines del Hipódromo y en la zona portuaria se registraron voladuras de techos, pero no hubo lesionados. En los galpones de Agencia Central, sobre Enrique Chaplin, hubo desprendimiento de gran parte del tinglado, se doblaron cerchas y varias chapas cayeron sobre ómnibus y un camión cisterna de la empresa, pero milagrosamente nadie resultó herido.

Por otra parte, las rutas no escaparon al fenómeno meteorológico. Ruta 3 en la zona de Quebracho permaneció cortada por largo rato, tras la caída de eucaliptos, lo que provocó que ómnibus de transporte interdepartamental estuvieran aguardando el paso, al cierre de esta edición.

En Ruta 90, en la zona de los accesos a Paysandú, numerosos árboles y grandes ramas obstaculizaban el paso, al punto que cuando un equipo de EL TELEGRAFO desplegaba su tarea en el lugar, un motociclista chocó contra las ramas y experimentó lesiones en el rostro. Pese a las advertencias efectuadas por nuestros compañeros, el motociclista –que llevaba casco protector-- no se percató de nada y sufrió el accidente. Afortunadamente sus heridas fueron leves, pero igual fue prestamente trasladado al Hospital en el móvil de nuestra casa periodística.

Los llamados a la línea de emergencia 911, así como a seccionales policiales, Bomberos y Caminera fueron innumerables, originando que en cierto momento fuera ya imposible comunicarse, en medio de cortes de energía eléctrica, hasta pasado largo rato.

Al cierre de esta edición se desconocía la existencia de evacuados o de otros lesionados de mayor entidad, lo que seguramente surgirá durante la presente jornada, así como un detallado recuento de los destrozos causados por la segunda turbonada que afecta a Paysandú en apenas un par de días.
 
Información de ayer de El Pais....
Una rama hirió de gravedad a una joven; hay 160 evacuados

Temporal. El accidente fue en Maldonado. Desplazados, en Río Negro y Paysandú

"Pasamos muchos nervios. Pudimos subir cosas al techo y las habíamos repartido entre las dos casas, pero se inundaron", contó Gladys Sosa de Paso de la Cruz, un día después de las lluvias que causaron 160 evacuados en Río Negro y Paysandú.

Ayer de mañana, cuando comenzó a soplar el viento previo al temporal que se desató en Maldonado, Shirley Martínez, de 18 años, estaba sentada en una parada de ómnibus en Acuña de Figueroa y Burnett cuando la rama de un árbol se desprendió y le provocó heridas graves en la cabeza. Fue derivada a un centro asistencial.

Mientras que Paso de la Cruz intenta recuperarse del fenómeno que se abatió con fuerza sobre esa localidad de Río Negro el martes pasado. En menos de dos horas cayeron más de 100 milímetros. Casi 200, en el transcurso de la mañana y media tarde, ocasionaron el desborde del arroyo Don Esteban, como jamás se había visto.

El agua avanzó en una hora y media por la zona costera del poblado desplazando a 24 familias (60 personas). Otras tres quedaron aisladas porque la creciente no les dio tiempo de salir y, ante el temor de ser arrastradas por la fuerte correntada, optaron por aguantar "rezando" entre cuatro paredes inundadas de agua y barro.

Cuando los alcanzó la creciente, la familia de Gladys vivió un caos entre los niños que lloraban y los sonidos de animales desesperados que habían quedado atrapados en el agua. "Estuvimos con la vaca adentro y un ternero metido entre los gurises que lloraban... fue horrible, espantoso y nos encerró porque no nos dio tiempo a salir", recordó. "Nunca vivimos algo así", dijo la mujer.

Fue la mayor inundación que recuerdan los vecinos de este pequeño poblado ubicado a 130 kilómetros de Fray Bentos. Ayer el arroyo regresaba rápidamente a su cauce y el pueblo volvió a estar conectado, pero quienes padecieron la creciente no lo olvidarán jamás. A las cuantiosas pérdidas materiales, entre las que se cuentan muebles y electrodomésticos que no pudieron ser desconectados, se suma la sensación de vulnerabilidad. Tres familias encuestadas por el arquitecto municipal Carlos Sobrino expresaron su deseo de no vivir más en esa zona por temor a que los sorprenda otro fenómeno similar.

Algunos agradecían a Dios que todo se dio durante el día, porque si la inundación se hubiera desencadenado de madrugada perfectamente podría haber ocurrido una tragedia. José Alberto Molina, de 82 años, perdió todo lo que tenía. Su humilde vivienda de dos ambientes fue literalmente arrasada por el agua. Uno de los techos de chapa fue a parar 30 metros al Sur de lo que era su casa y ayer era ayudado por los vecinos para secar ropa.

"El desborde del arroyo "tapó y rompió todo, a mí no me dejó nada. Nunca pensé que me tirara mi casa de material", dijo José. Afortunadamente en una comunidad pequeña lo que no falta es la solidaridad. De inmediato un vecino le ofreció un lugar para vivir.

El director general de Obras Jorge Gallo y la directora de Políticas Sociales de la comuna, Margarita Long, recorrieron la zona ofreciendo ayuda. A los damnificados se les entregó víveres secos, colchones y canastas con productos de limpieza.

PAYSANDÚ. Las lluvias cesaron y la situación generada por ellas el martes tiende a normalizarse, pero un centenar de personas permanece afuera de sus hogares. La mitad de ellas están alojadas en la Seccional 3a. de Policía, otras 10 en el refugio La Heroica y las otras son 17 familias del barrio Los Álamos, que improvisaron carpas hasta que sus casas y pertenencias, afectadas por el desborde del arroyo La Curtiembre, se sequen.

Las autoridades estiman que en 24 horas todos los damnificados estarán en condiciones de regresar a sus hogares. Por prevención, ante el mantenimiento de la alerta meteorológica naranja vigente hasta las 10 horas de hoy, el Comité de Emergencia definió ayer sostener la ayuda de colchones, ropa y alimentos a los realojados en las instalaciones policiales y también armar dos carpas con lugar para 20 personas.

En termas de Almirón el arroyo Guayabos Chico se desbordó a un nivel sin precedentes, indicó a El País el secretario de la Junta Local de Guichón, Danny Silveira. Las aguas alcanzaron las salas de calentamiento, calderas, filtros, lavadero y la planta potabilizadora del complejo termal. Quienes estaban acampados debieron trasladarse a un salón multiuso. La crecida del mismo arroyo interrumpió por unas tres horas el tránsito de la ruta 90, un hecho que Silveira definió como "histórico y nunca visto".

A pocos kilómetros de allí, once familias de Piedras Coloradas solicitaron asistencia a la Intendencia por anegamiento y dificultades en sus viviendas. No obstante, solamente una de ellas debió ser realojada en el salón comunal de Mevir, informó Caraballo. Una asistente social de la Intendencia visitó ayer el lugar para evaluar las necesidades y llevar productos de limpieza.

Una vez más, la colonia Juan Gutiérrez quedó incomunicada por la crecida del río Queguay. Quien procurara ingresar o salir del lugar debía, hasta ayer, emplear un camino alternativo, que supone un recorrido más extenso, explicó Silveira.

En la localidad de Tupambaé en Cerro Largo el viento voló el techo de una casa, quebró vidrios de al menos cinco viviendas y tiró varios árboles. "Las chapas de mi casa aún no han sido encontradas", dijo Cristin de Armas.

En Rocha los vientos llegaron a rachas de casi 90 kilómetros y tiraron una gran rama de un árbol de la plaza Independencia de la capital.

Ayer en Florida sobre las 13.40 se registraron rachas de viento de 84 kilómetros en la hora que causaron la caída de grandes ramas y gajos, principalmente en zonas de parques.

La tormenta eléctrica provocó problemas en las comunicaciones de una mutualista floridense y decenas de reclamos a las empresas de cable.

Fuente: Estación bcp, El telégrafo, El País.

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