Inundaciones. El departamento litoraleño enfrenta dos tipos distintos de emergencia: la de sus habitantes y la de la producción agrícola No se evaluaron las pérdidas, pero son muy altas Palmar cerrará hoy compuertas y el nivel bajará 60 centímetros
Transcurridos 17 días, las aguas no parecen dispuestas a ceder terreno. En Paysandú la cifra de evacuados ya superó el récord de las históricas inundaciones de 1959. El Norte vuelve a ser castigado por las lluvias. La producción comienza a resentirse.
Para quienes peinan canas las inundaciones de 1959 son algo así como la contracara del maracanazo de 1950. Por entonces Paysandú tuvo un total de 4.250 personas evacuadas. Entre el jueves y el viernes pasados, aunque el río Uruguay se estabilizó en los 9,06 metros frente a la costa sanducera, el número de desplazados llegó a 4.355.
En la vecina ciudad de Salto el panorama no ha cambiado, se mantiene una cifra de evacuados que alcanza a 2.803 personas. El funcionamiento de la capital departamental se ha visto seriamente afectado, cuatro de los cinco puentes que conectan la planta urbana están cortados. Ello, empero, no ha impedido que continúe funcionando la mayoría de los servicios e incluso las escuelas.
Por fuera de estas dos ciudades del litoral Oeste del país, la ciudad de Bella Unión en Artigas, continúa con el mayor número de desplazados, 282 personas, en tanto que casi la totalidad de los evacuados en esta capital volvieron a sus hogares.
En Soriano tanto su capital, Mercedes, como Villa Soriano mantienen más de 200 personas afuera de sus hogares por la crecida del río Negro.
En el vecino departamento de Río Negro hay 26 evacuados, dos de ellos en Fray Bentos, una parte del país que se venía salvando de las inundaciones desde que comenzó la crisis ocasionada por las lluvias.
En algunos departamentos no sólo las precipitaciones sino tormentas con vientos intensos han provocado el virtual colapso de caminería y rutas. Tal es el caso de Rivera, cuyo intendente Vilibaldo Rodríguez convocará este lunes a una conferencia de prensa para informar sobre lo que ya se califica como un "estado de emergencia vial".
Algo semejante había ocurrido ya desde el fin de semana pasado en Cerro Largo, donde los intensos temporales hicieron colapsar la caminería rural.
El cuadro lo completa Tacuarembó, que en Paso de los Toros y San Gregorio de Polanco acusa un panorama similar por las inundaciones, aunque con un número menor de evacuados, 111 en total.
Es poco probable que la situación mejore en las próximas horas. Por lo pronto Meteorología hizo un llamado de atención, una advertencia en código amarillo, por la ocurrencia de abundantes lluvias y tormentas particularmente para el Norte y el Este del país.
Si bien en los últimos dos días el clima dio un respiro, las consecuencias comienzan a hacerse sentir. En particular en torno a la producción agrícola, donde los renglones más afectados son los llamados cultivos de invierno. En Paysandú fue ayer uno de los temas analizados por las autoridades.
PLAN DE RETORNO. Las buenas condiciones climáticas y el hecho de que el río, aunque muy lentamente, conserva su tendencia al descenso, alienta esperanzas. Los directamente afectados por la inundación divisan el regreso a casa y las autoridades comienzan a orientar sus esfuerzos a la planificación de acciones que alivien las consecuencias del fenómeno.
A la crecida del río de los últimos 16 días, se le sumaron las intensas lluvias y reiteradas tormentas que afectaron al interior departamental. Ambos factores conforman ahora la complicada situación, que hizo que la intendencia declarara la emergencia departamental.
Con el río estacionario en los 9,05 metros desde la tarde del viernes, y el número, también detenido, de 4.355 evacuados, las acciones viraron ayer al trabajo a desarrollar a partir de los próximos días. Esta perspectiva fue alentada, incluso, por una nueva bajante del río, apenas un centímetro, ocurrida durante la jornada de ayer.
Mientras se procuran los primeros elementos para la desinfección y limpieza de las zonas afectadas, a instancias del Comité Departamental de Emergencias, se produjeron dos importantes reuniones.
En el centro, la Dirección de Promoción y Desarrollo comenzó la ronda de contactos con los productores del departamento. En el Liceo 6 de Nuevo Paysandú, voluntarios, psicólogos, asistentes sociales, médicos y jerarcas de Promoción Social y del Ministerio de Salud Pública, se reunieron con el equipo de Intervenciones en Situaciones de Emergencia, de la Facultad de Psicología, que tiene la experiencia de haber trabajado en 2007, en Durazno y Treinta y Tres, en similares condiciones.
La idea fue organizar y planificar los recursos locales, de manera de actuar coordinadamente para aliviar el sufrimiento de los damnificados. El análisis y reflexión de los sistemas de contención hasta ahora activados, el apoyo que deberá ser ofrecido por los servicios asistenciales en el futuro y la selección de los protocolos de intervención que más se ajusten a la realidad sanducera, fueron los ejes de la jornada.
PÉRDIDAS. Aunque advirtió que aún es prematuro hacer una evaluación del estado global del sistema productivo y cuantificar la afectación generada por las inclemencias, el director de Promoción y Desarrollo, Jorge Dighiero, afirmó a El País, que se perdieron el 50% de las cosechas de trigo y maíz; alrededor del 60% en la zona Norte del departamento y casi el 40% al Sur.
El clima adverso también provocó pérdidas y afectó la calidad del grano en el caso de la cebada; y estropeó la primera siembra de los cultivos de verano, aunque se mantiene la "chance" de la segunda, explicó el jerarca tras el encuentro con los productores.
Si bien advirtió que la producción hortícola del departamento no es significativa para los números globales, no menos de 500 pequeños productores y granjeros están en dificultades. Algo similar ocurre con los apicultores que a los problemas de floración y humedad en las colmenas, se les agregó el hecho de que muchas de ellas estaban en zonas bajas y fueron arrastradas por corrientes de agua.
Además de las pérdidas en la producción, el interior del departamento culmina este período de lluvias excepcionales con sus caminos averiados. No obstante, Dighiero aseguró que se detectaron dos sitios, en la zona de Chapicuy al Norte, donde la caminería rural quedó inutilizada, pero que en general "no se puede afirmar que el sistema colapsó".
"Precisamente hacemos estas reuniones para curar en salud y tomar medidas antes de que las condiciones se agraven", sostuvo y explicó que la caminería rural del departamento "no está hecha para soportar tres veces más de lluvias que lo habitual, en el período en que por ella se produce el 50% del desplazamiento promedio anual".
Por su parte, el asesor municipal en temas agropecuarios, Roberto Ceriani, explicó a El País, que se comenzará a trabajar con el sector lechero. "No se ha cuantificado pero ya podemos decir que las pérdidas (en ese sector) no son menores", sostuvo.
El técnico explicó que noviembre es el mes en el que habitualmente se produce más leche, pero que en este año se registraron muchos problemas para trabajar, incluido el espacio de pastoreo, por lo que en varios casos los animales quedaron sin "piso". También fueron afectados los cultivos de verano, que son las reservas para el año próximo y las de avena.
"Esta es una emergencia distinta a la que tiene la ciudad con la inundación, pero es una emergencia y tenemos que buscar alternativas, porque los problemas van a llegar", afirmó.
En igual sentido se pronunció Dighiero, quien informó que una vez elaborado el diagnóstico global, comenzarán las conversaciones con el gobierno central para solicitar y coordinar la ayuda que éste pueda suministrar.
Cabe recordar que, en declaraciones recogidas por la web de Presidencia de la República, el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Andrés Berterreche, se pronunció en favor de volcar recursos para asistir a los productores en esta emergencia, aunque abogó por una discusión de fondo para no "correr todo el tiempo atrás de una seca de una inundación, de un aumento de precios".
Esta semana, si el clima lo permite y el río comienza a retroceder, las zonas más afectadas por las inundaciones podrán comenzar su lento retorno a la normalidad. En el litoral se espera que esto comience a suceder a partir del próximo martes, aunque las nubes todavía permanecen en el cielo.
Más lluvia y tiempo fresco
Además de las cuentas generales para donaciones establecidas por el Sistema Nacional de Emergencia, Paysandú tiene ahora su propia cuenta, dispuesta por el Comité Departamental de Emergencias del departamento. Es en el BROU, y el número es 036-001855-8. Estará dedicada a recibir donaciones para colaborar con los damnificados.
Si bien ayer la situación se mantuvo estable en los distintos departamentos afectados (en Paysandú el río apenas bajó un centímetro) los pronósticos meteorológicos no son auspiciosos. Para hoy, la advertencia amarilla vigente para el Sur se traslada hacia el Norte.
Meteorología pronostica para hoy: fresco a templado y cálido, cielo nuboso y cubierto con precipitaciones y tormentas principalmente en zonas Norte y Este, mejoras temporarias. Neblinas.
Vientos: variables y calmos afirmándose del S y SE moderados y algo fuertes. Rachas con característica de temporal en áreas de tormenta.
Nuevamente se espera una noche y madrugada fresca, con 12°C de mínima en el centro del país.
También para lunes y martes se esperan precipitaciones.
Las cifras
4.355 es la cantidad de evacuados en Paysandú, la ciudad que resultó más afectada por las inundaciones, seguida por Salto.
9,04 metros es la altura del río Uruguay frente a las costas de la capital sanducera. Comenzó a bajar muy lentamente 1 cm. por hora.
Villa Soriano y Mercedes esperan que baje el río
En Villa Soriano hay 56 evacuados (21 menores y 35 mayores). En Mercedes se mantiene igual el número de evacuados, 173 personas, lo cual suma en todo el departamento 229 damnificados. El viernes, el Comité de Emergencia departamental se reunió para evaluar la situación de los damnificados y el panorama de crecidas del río.
El río Negro tiene una leve tendencia a bajar frente a Mercedes. Los niveles en Villa Soriano y Nueva Palmira también marcan una tendencia a bajar; lo cual es una ventaja que pauta un mejor desagote del río Negro en su desembocadura.
UTE informó que mañana la represa de Palmar cerrará parcialmente sus compuertas y el río bajará unos 60 centímetros frente a Mercedes. Ayer a la hora 17 el río estaba en 6,68 metros sobre el cero.
El Comité Departamental de Emergencia de Soriano continuará el monitoreo de los ríos de la región. Se mantiene la asistencia para los alojados en centros de evacuación.
Según comentaron a El País fuentes del Comité la atención a los damnificados se viene brindando con normalidad. Se atienden las necesidades inmediatas de las personas que han debido abandonar sus hogares con ropa y alimentación. Además se están realizando controles sanitarios. En los días próximos las autoridades departamentales comenzarán a delinear los pasos para el regreso a casa de los evacuados.
Fuente: El País Digital
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